La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) formó parte del Foro Global SEforALL, celebrado en Barbados, donde representantes de 32 Estados miembros de la región debatieron sobre la necesidad de fortalecer la cooperación para acelerar una transición energética justa e inclusiva, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París.
Durante la Global Ministerial Session, en el cierre del SEforALL Global Forum, Gloria Alvarenga, Directora de Integración, Acceso y Seguridad Energética de OLADE, resaltó la importancia de reforzar la cooperación regional para avanzar en una transición energética equitativa en América Latina y el Caribe.
“Nuestra región lidera la transición hacia la energía limpia, generando el 70% de su electricidad con fuentes renovables. Es urgente ampliar el enfoque hacia sectores como el transporte y la industria, aprovechando la innovación tecnológica, la inteligencia artificial y el financiamiento sostenible para garantizar una transición energética resiliente, inclusiva y equitativa”, afirmó Alvarenga.
El diálogo reunió a líderes internacionales para explorar enfoques innovadores, como la integración de inteligencia artificial en la gestión energética y la expansión de las energías renovables. Además, se destacó la necesidad de políticas estables que movilicen financiamiento, consoliden marcos regulatorios y fomenten redes de colaboración entre actores clave para afrontar los desafíos energéticos globales.
Dentro de la agenda del foro, el Secretario Ejecutivo de OLADE participó en reuniones y paneles de alto nivel, donde subrayó la importancia de:
– Ampliar el acceso equitativo a energías limpias.
– Promover financiamiento accesible para la transición energética.
– Fomentar la participación comunitaria en la toma de decisiones.
Además, se discutieron estrategias clave para fortalecer la inversión en energías renovables, desarrollar cadenas de suministro locales y capacitar mano de obra especializada.
La cooperación internacional y la implementación de políticas públicas inclusivas serán fundamentales para garantizar que la transición energética no solo contribuya a mitigar el cambio climático, sino que también impulse el desarrollo económico, la generación de empleo y la reducción de desigualdades estructurales en la región.
Finalmente, se enfatizó el rol clave de la cooperación internacional y de políticas públicas efectivas en la transformación del sector energético, asegurando que la transición energética sea una herramienta para el desarrollo sostenible y la equidad en América Latina y el Caribe.