La inflación energética en América Latina y el Caribe registró en agosto de 2024 su mayor caída del año, con una tasa mensual de 0.2% y una anual de 3.36%. Esta reducción se explica principalmente por una caída del 7% en el precio del petróleo entre julio y agosto, impactando positivamente a 12 de los 20 países analizados en la región. Estos resultados reflejan una tendencia decreciente desde febrero y destacan la importancia de los precios energéticos en la economía regional.