La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) tuvo una participación destacada en la COP30, una cumbre considerada histórica para América Latina y el Caribe al celebrarse por primera vez en la Amazonía brasileña y en un momento decisivo para acelerar la acción climática global.
En este escenario, OLADE reforzó el papel estratégico energético regional, con la participación de Gloria Alvarenga, Directora de Integración, Acceso y Seguridad Energética, en múltiples foros de alto nivel. Durante su agenda en la conferencia, Alvarenga representó a los 27 países miembros de OLADE ante ministros, organismos multilaterales, instituciones financieras de desarrollo y actores globales del sector energético, destacando la relevancia del bloque latinoamericano y caribeño como una de las regiones con mayor potencial de energías renovables del mundo, y con un rol estratégico en el cumplimiento de los compromisos climáticos internacionales.
En el evento “La interconexión energética: promover la reducción global de emisiones y el desarrollo colaborativo”, organizado por GEIDCO junto al Ministerio de Minas y Energía de Brasil, la CMNUCC y el PNUD, Alvarenga defendió la interconexión energética regional como una herramienta esencial para fortalecer la resiliencia climática y acelerar la descarbonización. Recordó que América Latina y el Caribe poseen uno de los perfiles de generación eléctrica más limpios del planeta y pueden convertirse en un eje articulador de la transición hacia sistemas eléctricos más seguros, eficientes y de bajas emisiones. “La integración energética es fundamental para reducir emisiones y aprovechar plenamente el potencial renovable de nuestra región”, subrayó.
Durante el Diálogo de Alto Nivel “EU-LAC High Level Dialogue on Energy Transition”, Gloria Alvarenga subrayó que la alianza entre la Unión Europea y OLADE marca el paso “de la intención a la acción”, al reconocer a América Latina y el Caribe como una región clave para la transformación energética global. Destacó el estudio regional de interconexión eléctrica que OLADE impulsa con apoyo de EUROCLIMA y la GIZ, así como la incorporación de la UE como miembro observador de OLADE, como ejemplos concretos de una cooperación estructural orientada a construir cadenas de valor limpias y solidarias, donde la energía se entiende como un bien público global y un motor de desarrollo con justicia social. Para OLADE, esta agenda conjunta con la Unión Europea refleja el reconocimiento de América Latina y el Caribe como una región clave en la transformación energética global.
En el foro “Strengthening Capacity Building for the Energy Transition”, destacó que el fortalecimiento de capacidades es un factor determinante para que la región consolide su liderazgo en la transición energética global. Presentó la plataforma CAPEVLAC, creada por OLADE, que ha capacitado a más de 30.000 profesionales en los 27 países miembros, democratizando el acceso al conocimiento energético e impulsando la planificación regional. “Cerrar las brechas de formación técnica y fortalecer las instituciones es fundamental para avanzar hacia una transición justa e inclusiva. La cooperación regional convierte el potencial en resultados concretos”, afirmó.
A lo largo de su intervención en el evento “Novel Approaches to Transition Away from Fossil Fuels (TAFF), from “What” to “How” sobre nuevas estrategias para la transición lejos de los combustibles fósiles, Gloria Alvarenga destacó que 20 países miembros de OLADE adoptaron en 2024 la Declaración Ministerial “No nuevas carboeléctricas en América Latina y el Caribe”, un compromiso regional sin precedentes para acelerar la eliminación del carbón garantizando la seguridad energética. Recordó el caso de Chile como ejemplo emblemático, donde el carbón pasó del 40% al 15% de la generación eléctrica en apenas cuatro años gracias a un mercado transparente y a la rápida incorporación de energías renovables. Subrayó que la transición debe ser justa y centrada en las personas, por lo que OLADE impulsa la Decisión Ministerial de Energía y Trabajo para acompañar la reconversión productiva, fortalecer capacidades y proteger los medios de vida de las comunidades históricamente dependientes del carbón.
Alvarenga intervino además en el evento “Construyendo un Marco Común para las Emisiones de Metano en América Latina y el Caribe”, donde subrayó que la mitigación del metano debe integrarse de manera urgente en la agenda energética regional. Afirmó que la transición no implica un abandono inmediato de los hidrocarburos, sino la transformación de su producción mediante estándares más estrictos, tecnologías innovadoras y una gestión transparente. Destacó la hoja de ruta regional para estándares de gas natural de bajas emisiones y la creación de la Comunidad de Práctica sobre Metano (COEMLAC) como ejemplos del compromiso técnico y político de OLADE.
En paralelo, la organización sostuvo una reunión estratégica con la Agencia Nacional de Energía de Portugal (ADENE) para avanzar en la implementación del Memorando de Entendimiento firmado este año. Ambas entidades acordaron reforzar la cooperación en eficiencia energética, desarrollo de capacidades y asistencia técnica, con el fin de ofrecer herramientas avanzadas y programas de formación a los países miembros de OLADE. Asimismo, Alvarenga participó en una entrevista con CAF –banco de desarrollo de América Latina y el Caribe– donde enfatizó que la COP30 representa “una oportunidad histórica para que la región consolide su liderazgo climático y energético, capitalizando su matriz limpia y su potencial renovable”. “La oportunidad que tiene América Latina y el Caribe en esta COP es única y debemos apostar por nuestra región, la más verde del planeta”, señaló.
Con su participación activa en la COP30, OLADE reafirma su compromiso con la integración energética regional, la seguridad energética y la promoción de un desarrollo sostenible basado en la cooperación. La organización continúa impulsando soluciones coordinadas que acompañan a los países de América Latina y el Caribe en el cumplimiento de sus metas climáticas y en la consolidación de una transición energética justa, inclusiva y con visión de largo plazo.
