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ADELAT, OLADE y BID lideran un espacio de intercambio y buenas prácticas sobre pérdidas eléctricas en Latinoamérica y el Caribe

La Asociación de Distribuidoras de Energía Eléctrica Latinoamericanas (ADELAT), la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizaron con éxito el webinar “Pérdidas en la distribución eléctrica de América Latina y el Caribe: diagnóstico y buenas prácticas”.

El evento fue una gran oportunidad para generar un espacio de análisis e intercambio sobre esta problemática junto a referentes del sector eléctrico, reguladores y empresas distribuidoras. Durante el encuentro, se abordaron sus causas, impactos y estrategias de mitigación, basándose en el estudio publicado por el BID “Economía de las pérdidas de electricidad en América Latina y el Caribe”.

La apertura estuvo a cargo de Fitzgerald Cantero Piali, director de Estudios, Proyectos e Información de OLADE, quien resaltó la urgencia de tratar este desafío desde una mirada integral: “Es importante entender las pérdidas eléctricas no solo desde lo técnico, sino también desde lo económico y social”. Además, precisó: “Este espacio surge para poner el tema sobre la mesa, compartir diagnósticos, buenas prácticas y construir un menú de soluciones”.

Luego, el secretario ejecutivo de OLADE, Andrés Rebolledo, señaló que “las pérdidas eléctricas alcanzan el 15% de la oferta anual en América Latina y el Caribe, cifra que equivale a toda la producción regional actual de energía eólica y solar”. También propuso pensar una “meta regional” como “motor político” para movilizar cambios regulatorios y técnicos.

En representación de ADELAT, Alessandra Amaral, presidenta ejecutiva, subrayó la importancia de la colaboración regional. “Las pérdidas suprimen recursos esenciales para la transición energética”, afirmó y añadió: “Necesitamos unir conocimientos y buenas prácticas para superarlas y garantizar un futuro energético sostenible”.

 El encuentro continuó con la ponencia especial de los expertos del BID, Rigoberto Ariel Yepez-Garcia y Raúl Jiménez Mori. Explicaron que para reducir las pérdidas eléctricas es necesario un entorno político estable que garantice continuidad y respaldo a largo plazo; una comunicación efectiva sobre los beneficios económicos, sociales y de calidad del servicio; incentivos alineados para mejorar la eficiencia y recuperar costos; y una planificación estratégica con incorporación de tecnologías modernas.

Posteriormente, Rodrigo Palma, académico del Centro SEDA – Universidad de Chile, moderó el panel “Experiencias de reducción y control de pérdidas eléctricas”, integrado por:

  • Giovanni Salazar y Jaime Mercar Chonay, del Departamento de Inspección, Pérdidas y Medida de EEGSA – EPM Guatemala.
  • Manuel Antonio Barboza Chacón, coordinador de Gestión Integral de Pérdidas de ICE Electricidad.
  • Germán Noez, gerente de Disciplina de Mercado de Edenor.
  • Aldo Pessanha, presidente del consejo directivo de ADELAT y director de Generación y Estrategia de Enel Brasil.
  • Ariel Ramírez, del Instituto Centroamericano de Administración Pública.

Los profesionales de EEGSA – EPM Guatemala detallaron su proyecto “Energizados”, que incorpora inteligencia artificial para la predicción de fraudes en energía eléctrica. Entre los beneficios destacados mencionaron: el análisis integral de clientes, la optimización del proceso de inspección, la automatización de la evaluación de fraudes, la generación automática de reportes, la facilidad en la toma de decisiones, la detección de fallas en los equipos y la escalabilidad del modelo.

Barboza Chacón repasó la evolución de las pérdidas en ICE Costa Rica: “En nuestra empresa tuvimos 8,05% de pérdidas en 2024, lo que representa unos 64 millones de dólares”. Indicó que “hay muchos actores que intervienen en la cadena” y que continuamente se trabaja para reducirlas mediante mejoras tecnológicas y migración a medidores más eficientes.

Por su parte, Noez compartió los avances del plan de Edenor, iniciado en 2019, para instalar medidores autoadministrados que hoy cuentan con aproximadamente 246 mil clientes. Remarcó que esta iniciativa permitió una “reducción progresiva de las pérdidas de energía” y favoreció la “fidelización de clientes en estados inactivos y clandestinos”.

Por último, Aldo Pessanha expuso las estrategias de Enel Brasil para combatir el robo de energía en Río de Janeiro. Enumeró las acciones correctivas impulsadas en 2024, como las inspecciones de campo, el proyecto de limpieza de red en zonas de alta reincidencia, la regularización de conexiones clandestinas, el proyecto BT Zero, el blindaje de clientes con telemedición y la gestión integrada de áreas críticas, en articulación con la policía y con iniciativas para promover el consumo responsable.

Las pérdidas eléctricas son uno de los principales desafíos para la región porque afectan la eficiencia, la sostenibilidad y la calidad del servicio de distribución. A través de la colaboración interinstitucional, Latinoamérica y el Caribe pueden avanzar hacia un sistema eléctrico más resiliente y comprometido con un futuro energético sostenible.

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