El escenario postpandémico podría permitir abrir espacio para modelos de negocios apoyados por las energías renovables

El Seminario Web “Panorama sobre impactos de COVID-19 en mercados energéticos de América Latina y Brasil”, promovido por Memória da Eletricidade con la colaboración del proyecto Campus Sostenible – Unicamp y el apoyo de Sebrae, desarrollado el 11 de agosto de 2020, contó con una masiva convocatoria virtual de la comunidad del sector energía en la región. Espacio en donde participó la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) en conjunto con la Empresa de Pesquisa Energética (EPE) y la Câmara de Comercialização de Energia Elétrica (CCEE).

El Secretario Ejecutivo de Olade, Alfonso Blanco, en su ponencia sobre el panorama de los impactos de COVID-19 en el sector energético de América Latina y el Caribe, explicó que “el escenario postpandémico va a tener un impacto aún mayor en las economías de países que son exportadores de petróleo, ya que las economías regionales exportadoras de petróleo ante una caída abrupta de la demanda internacional, están viendo también reducidos sus ingresos a nivel fiscal”.

En este contexto, el Secretario Ejecutivo de Olade, prevé que las economías de América Latina y el Caribe se contraerán entre 3% y 15%, como consecuencia del aumento del déficit fiscal, que se viene generando por una caída en la recaudación y un aumento del gasto público por motivo de la pandemia.

Por otra parte, manifestó que esta situación podría permitir abrir espacio para modelos de negocios apoyados por las energías renovables e incluso podría ser una oportunidad para acelerar la transición de la energía, con la ayuda de políticas públicas que permitan crear nuevas asociaciones que contribuyan a superar la crisis económica y a acelerar la transición deseada.

En este sentido explicó que la contracción de la demanda que tiene una causa directa en las medidas de confinamiento, impacta al sector comercial y servicios que son los más afectados, pero destaca que paralelamente a esto se dio un cambio en los patrones de consumo. “Los consumidores adoptaron nuevos patrones de consumos en muchas cosas: el teletrabajo está presente, la movilidad eléctrica puede tener un mayor desarrollo a raíz de esta pandemia, los aspectos asociados a redes inteligentes, la auto producción de energía, la generación distribuida, son elementos que vamos a tener que tener presente y vamos tener que incorporar. Nos estamos enfrentando a un cambio de época”.

En la intervención del Director de Estudios, Proyectos e Información de Olade, Andrés Schuschny, se presentó los datos desagregados de varios países de la región y analizó la caída de la producción. Informó que se evidenció una disminución de entre 6% y 32% en la demanda de energía eléctrica en los países de América Latina y El Caribe con respecto a la situación previa al aislamiento social por el COVID-19.

El Director de Estudios, Proyectos e Información de Olade, puntualizó que Perú sufrió la mayor caída de la demanda alcanzando una reducción de casi el 36%, seguida de Bolivia con 29%, Argentina con 26%, Colombia y Ecuador 16%, Panamá 15%, Uruguay 14% y Chile 6%.

A esto añadió que se favoreció la generación de energía hidroeléctrica debido a que muchas plantas térmicas tuvieron que apagarse por esta disminución y señaló como ejemplo el caso de Perú, donde la producción de energía eléctrica en promedio se redujo 32% desde la declaración de cuarentena del 15 de marzo de 2020, mientras que hubo una reducción significativa del aporte del gas natural a la matriz energética al pasar del 25% a un 5% en promedio y actualmente la energía hidráulica alcanza cerca del 90% de participación.

Por su parte, la Superintendente de Estudios Económicos y Energéticos de la EPE, Carla Achão, realizó un profundo análisis sobre la demanda de energía en Brasil, destacando no sólo los impactos de COVID-19 en el consumo de energía, sino también la visión de la EPE sobre las perspectivas de mercado. A pesar de la ligera recuperación de junio, Carla Achão señaló que el resultado negativo previsto para el 2020 representa una continuidad de la trayectoria de la crisis y el bajo crecimiento que se produce desde 2015.

Rui Altieri, Presidente del Consejo de Administración del CCEE, presentó los impactos de la pandemia en el consumo de electricidad, señalando una mayor caída para el mes de abril llegando al 12,1%. También mostró una reanudación gradual y más positiva a partir del mes de mayo. Además, en comparación con el período en que comenzó el aislamiento social, Rui Altieri demostró que el impacto de la crisis era menos intenso en el mercado libre que en el mercado regulado.

 

Departamento de Comunicación

y Relaciones Institucionales

gabriela.jarrin@olade.org

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