La capital paraguaya fue escenario del II Diálogo Público-Privado organizado por la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), en el contexto de la IX Semana de la Energía. Esta iniciativa congregó a los ministros y ministras de Energía de América Latina y el Caribe junto a representantes de las principales empresas del sector en la región, consolidando una plataforma de intercambio clave para la transformación energética.
Este diálogo de alto nivel sigue al celebrado en Montevideo en 2023, donde, mediante una Decisión Ministerial, se estableció el Consejo Empresarial de OLADE con el objetivo de fortalecer la cooperación entre los sectores público y privado. En esta ocasión, la reunión permitirá que los 27 países miembros de la organización debatan sobre innovación, financiamiento, regulaciones y la integración socioambiental, aspectos críticos para avanzar en una transición energética justa.
La agenda se centró en la adopción de tecnologías innovadoras, incluyendo la digitalización y la certificación de procesos, así como en la incorporación de combustibles de bajas emisiones y soluciones de almacenamiento. Además, el acceso al financiamiento regional se discutirá como una condición necesaria para acelerar la descarbonización y promover la seguridad energética, destacando la importancia de alianzas público-privadas que ofrezcan certidumbre y viabilidad a largo plazo.
En el encuentro también se analizaron la necesidad de revisar los marcos regulatorios existentes para facilitar la descarbonización de la demanda energética, promover la eficiencia y asegurar la participación activa de la sociedad civil en la transición. Las políticas públicas y regulaciones deberán facilitar la incorporación de nuevas tecnologías sostenibles y garantizar la inclusión de fuentes de energía con bajo impacto ambiental, maximizando el aprovechamiento de recursos al menor costo posible.
El II Diálogo Público-Privado fue un espacio de reflexión y acuerdos, en el que se definieron estrategias para un desarrollo energético que responda a las demandas de la región y al mismo tiempo potencie su capacidad de respuesta a los desafíos climáticos.