JULIO 2017

Estimados colegas del sector energía, retomando este canal de comunicación mensual debo confesarles que he transitado un proceso de reflexión sobre el lineamiento editorial del boletín informativo en esta oportunidad.

Podría contarles sobre los grandes avances a nivel de gestión de OLADE, sobre la Semana de la Energía de diciembre de este año, que estamos organizando en Buenos Aires- Argentina; temas por cierto muy importantes y que pueden observarlos en el contenido del boletín. Sin embargo, he decidido buscar generar un proceso de reflexión a nivel de los lectores y poner sobre la mesa, con el propósito de fomentar el diálogo y el debate, muchos temas que entiendo fundamentales para nuestro sector energía, en América Latina y el Caribe.

Por tal motivo quiero plantear aquellos temas que son críticos para el desarrollo del sector energía en ALC en el corto y mediano plazo, muchos de los cuales son parte fundamental de mi plan de gestión en OLADE, pero sobre los cuales entiendo muy conveniente generar un diálogo rico en su contenido técnico, integrando los aportes de los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y la academia.
En esta oportunidad voy a utilizar este primer espacio de reflexión para dedicarme al abordaje de unos de los aspectos fundamentales que nuestra Región necesita profundizar, y referirme específicamente a la integración energética regional.

Entiendo que aún no hemos agotado en nuestra Región el debate entre soberanía, autarquía energética y la integración. Yo soy un convencido de los beneficios de la integración, y también soy un fuerte promotor de que la integración no atenta contra la soberanía de nuestros países, sino que correctamente instrumentada permite una eficiente asignación de recursos, que se traduce en beneficio para nuestros pueblos, generando sistemas más robustos y logrando una clara eficiencia en costos. Más aún en este período histórico en que tenemos la capacidad a través de nuevas tecnologías de aprovechar de forma efectiva, y eficiente los recursos disponibles y las complementariedades, que pueden existir entre nuestros sistemas energéticos a nivel de subregiones.

Sin embargo, ¿por qué esta discusión en algunos casos se ha polarizado, formando grupos que en los hechos no terminan alentando los procesos integracionistas, y le atribuyen a la integración, efectos contrarios a la soberanía nacional? ¿Por qué nuestra historia de integración en el sector tiene muchos ejemplos de discursos atractivamente adornados, con la imagen de una América Latina y el Caribe, integradas y en la práctica esa retórica muchas veces no termina prosperando, por obstáculos que operan en paralelo al discurso o la voluntad oficializada?
Para responder estas preguntas plantearé un breve análisis. Aun cuando tenemos más ejemplos exitosos de integración energética, de contenido binacional y regional en ALC, que casos de fracaso, la historia y algunos sucesos fallidos puntuales, de los cuales no entraré en detalle, tienen una alta responsabilidad, generando marcas difíciles de borrar en el colectivo general que bloquean la voluntad integracionista por períodos de tiempos prolongados.

Eso lleva a que colectivamente no hemos podido entender que, en los casos fallidos la herramienta, en este caso la integración, no es la culpable del fracaso, sino que la causa está en cómo se aplica la misma, el erróneo análisis del contexto y la falta de análisis de los riesgos en cada proceso de integración fallido. Debemos por lo tanto poner foco en cómo se diseñan e instrumentan estos procesos de integración, y el alcance que se le pretende dar a la integración dentro de la planificación sectorial en cada uno de nuestros países.

Por otro lado, también existen posiciones de desánimo debidas a los magros resultados atribuibles a procesos establecidos. En tal sentido, entiendo que hemos sido demasiado ambiciosos en los planteamientos integracionistas. Se han manifestado muchas veces voluntades de contenido político muy generalistas, sin un análisis previo en profundidad de las implicaciones técnicas, comerciales y el efecto que dichas iniciativas tiene sobre la política interna de cada país.  Si a eso le agregamos que en nuestra Región los procesos de integración han estado muchas veces, a lo largo de toda nuestra historia, asociados a bloques de afinidad ideológica y no estrictamente han sido fruto de los abordajes, y análisis que contemplen la eficiencia en la asignación de recursos, los impactos positivos a nivel de la seguridad energética, o la complementariedad y aprovechamiento inteligente de las fuentes de energía disponibles en toda nuestra rica Región, desde una perspectiva que estuviera basada en políticas de Estado; estamos ante la evidencia de muchos de los obstáculos que hemos enfrentado en materia de integración regional.
Tal vez esperen una receta de cómo alentar la integración, pero firmemente creo que no existe tal receta, sin embargo, puedo aportar algunos aspectos que entiendo cruciales para potenciar la integración en ALC.
Un aspecto fundamental es generar una conciencia común, en todos los niveles, que se encuentre orientada a identificar y cuantificar los beneficios para nuestra Región, asociados a la integración energética y que fundamentalmente responden a brindar robustez, a nuestros sistemas energéticos y a la eficiencia en el aprovechamiento, a partir de intercambios que exploten las oportunidades de complementariedad de los subsistemas energéticos. Entiendo que procesos de integración graduales que se orientan a nivel de grupos de países con intereses compartidos, y complementariedades identificadas, son acciones con resultados tangibles y verificables que potencian procesos de integración más ambiciosos a futuro.

Otro aspecto fundamental refiere a la necesidad de desarrollo de estudios prospectivos, compartidos entre países que permitan una planificación conjunta optimizada, que contemple los intercambios energéticos potenciales, la complementariedad entre subsistemas y las restricciones a nivel de la infraestructura requerida. Resulta muy relevante como punto inicial de cualquier proceso de integración, el trabajo desde todos los actores involucrados y no se puede obviar el aporte de aquellos, que operan técnicamente los sistemas, quienes conocen desde adentro la operativa y sus limitantes.
Por otro lado, surge la necesidad de armonizar los marcos regulatorios que permitan los intercambios energéticos fluidos, reduciendo las barreras a nivel comercial, generando condiciones de mercado y contractuales que habiliten el desarrollo de negocios entre los distintos agentes del sector. Esto puede poner sobre la mesa el desafío de la necesidad de órganos supranacionales, para la administración conjunta de mercados.

Tampoco podemos obviar las necesidades de infraestructura, y los mecanismos para su financiamiento, restricciones siempre presentes en nuestra Región. Una correcta identificación de los proyectos clave, para la integración regional que permitan y operativicen la complementariedad energética, entre subsistemas es algo estrictamente necesario para toda nuestra Región.
Por último, pero no menos relevante, se encuentra el rol de la integración del conocimiento como promotor de los procesos de integración regional. Trabajar en el intercambio de experiencias y fomentar la interacción de grupos de investigación que operen como equipos regionales en temáticas de común interés, resulta un catalizador de los procesos de integración.
Tal vez no tengamos todas las respuestas que plantea la complejidad del tema, pero todos tenemos una cuota de responsabilidad, y avanzar conjuntamente en la búsqueda de las mismas, es el camino para alcanzar mayores niveles de integración regional.
Como ustedes saben, desde OLADE venimos trabajando profundamente en potenciar la integración regional, abordando muchos de los temas que he planteado precedentemente, sin embargo, queda mucho por hacer aún, y ese es uno de nuestros principales desafíos. En tal sentido, en nuestro Foro de Integración Energética Regional (FIER) en su XII edición, el cual se desarrollará el 4 de diciembre en Buenos Aires, Argentina, esperamos tener un intercambio de alto nivel técnico y político sobre la temática, y que los resultados de este intercambio operen como una guía para la discusión sobre temas de integración en el marco de la XLVII Reunión de Ministros de Energía de OLADE, a celebrarse el día 6 y 7 de diciembre, también en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Hago extensiva a toda la comunidad energética regional la invitación para la XII edición del FIER y a todas las actividades que integrarán la denominada Semana de la Energía, que organizamos en coordinación con BID y el Ministerio de Energía y Minería de Argentina.
Espero con estas reflexiones generar un proceso de diálogo calificado entre la comunidad energética y que integre asimismo, otras visiones sobre la temática para una discusión de contenido estratégico, para nuestra Región y también espero que nos encontremos en la hermosa ciudad de Buenos Aires, en diciembre de este año para profundizar el diálogo sobre estos temas tan apasionantes.

Me despido fraternalmente de ustedes.
Alfonso Blanco
Secretario Ejecutivo-OLADE.

Welcome Back!

Login to your account below

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Add New Playlist